sábado, mayo 24, 2008

CARTA A D. HISTORIA DE UN AMOR. Leonor López Auster

Hace casi un año que supe de la existencia de este libro por la circunstancia en la que murió su autor, pero no ha sido hasta ahora cuando lo he podido tener, por fin en mis manos. Lo acaban de traducir al castellano. Su textura ligera, su minimo tamaño y sus 109 pequeñas paginas hacen de él una biblia a la que pudes llevar de viaje como fetiche o amuleto. Andre Gorz decidió en el 2007 quitarse la vida junto a la que durante 58 años habia sido su esposa. "Carta a D. Historia de un amor" es el recorrido más romantico y existencialmente politico que jamás he podido leer. Gorz relata como conoció a Dorine y..... se enamoro de ella eternamente ("Nosotros seremos lo que hagamos juntos").
Siendo un judio austriaco de profundas convicciones de izquierdas conoce a Dorine, una inglesa tambien comprometida ideologicamente en este sentido politico, que no entiende como se puede caer rendida a los pies de un pobre infeliz que no tiene donde carse muerto en los años 40 del siglo XIX. Gorz narra, en este pequeño libro, nunca mejor dicho, la historia, auge y decadencia, de su eterno amor por ella ("Necesito reconstruir la historia de nuestro amor para captar todo su sentido.Te escribo para comprender lo que he vivido, lo que hemos vivido juntos"). Es tan intenso este amor que, cuando Dorine enferma, parece que Gorz quiera enfermar con ella. Sus palabras encierran una ternura impresionante que asustan a un simple lector. ("Acabas de cumplir 82 años. Has encogido 6 centimetros, no pesas más de 45 kilos y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace 58 años que vivimos juntos y te amo más que nunca")
Al finalizar el libro se percibe que el autor empieza a sentir la necesidad de terminar sus dias con el ser amado. La forma de narrar la evolucion de su vida en comun es tan sencilla que te cautiva y la pasion que pone en ello seduce hasta en su mas minimo detalle.Dice Gorz en un momento: "Un amor naufragado, imposible, concedía nobleza literaria". Que verdad más grande!!!!
Esta es una pequeña reseña que he pretendido hacer de una maravilla de libro, de un "pequeño" libro, de un muy recomendable libro. Yo sé que es en parte "mi biblia".

jueves, mayo 01, 2008

La Banda nos visita

Acabo de ver una pequeña gran película que recomiendo a todo aquel que quiera reconciliarse con el Séptimo Arte. La Banda nos visita, una película dirigida por Eran Kolirin, ganadora de una gran número de premios internacionales, es una de esa joyas que no pueden dejarse de ir a ver (y hay que ser rápido porque últimamente la política de pases de las salas no de películas que valen la pena es meteórica). Una joya porque convierte la pequeña historia en un verdadero crisol en el que cristalizan los grandes temas que encierra un conflicto endémico; el conflicto arabe-israelí. Y lo hace con tal naturalidad, humor, inteligencia y simpatía, sin perder un ápice de hondura, que el sabor de boca que deja es maravilloso. Cine pues en estado puro. Como se apunta al principio de la película es una historia tan cotidiana, tan mínima (un grupo de músicos de una banda de la policia de Egipto invitada a dar un concierto en una ciudad de Israel se pierde y se ve obligada a pernoctar en un pequeño pueblo en medio de la nada) que muy probablemente nadie la recordaría. Pero a partir de ahí comienzan a desarrollarse los caracteres, el poso de cada uno de los personajes, sus vidas, sus problemas, sus dudas, sus frustraciones en interacción con las de aquellos que los acojen, y es ahí donde empieza la magia de este hermoso trabajo. Porque integrado en esta anodina situación hay lugar para todo; para el amor, la ternura, la frustración, el olvido, el reencuentro, la duda... La lectura es inmediata, los problemas de árabes e israelíes son los mismos, las vidas, las mismas, los sueños que quieren alcanzar muy similares y esta situación no esperada pero encontrada por todos ellos, lo demuestra. La interpretación de los personajes (de todos ellos), especialmente de Sasson Gabai en el papel de Tewfiq, un genial y digno director de la banda un tanto atormentado por su pasado familiar, y de Ronit Elkabetz, en el papel de Dina, una bohemia lugareña que se ahoga en una aldeilla que coarta su imaginación y sentido del humor, es simplemente impagable. Y es ahí, desde lo mínimo, lo casi imperceptible por cotidiano y habitual donde vemos (a contraluz) los grandes disparates a los que llevan los "grandes debates", la violencia que infringe la ideología con mayúscula, lo alejado que queda todo el discurso de buenos y malos, lo artificial de la clasificación manida, la impostura de las posturas oficiales irreductibles etc. En un momento de la película Dina le dice al maduro Tewfiq, con el que ha coqueteado durante toda la noche hasta que comprueba que su historia no llegaría a ningún sitio, que de pequeña veía con su madre y su hermana los viernes por la tarde películas árabes de Omar Sharif y que todo el país se paralizaba haciéndolo (¿no es incríble?) y que todas ellas se enamoraron de sus personajes, se enamoraron del amor, ¡del amor de un árabe! ¿No es alucinante que esta realidad cultural sea la misma que la del rosario de terribles guerras que se han vivido desde hace tanto tiempo? Quizá pueda aprenderse más sobre este conflicto con esta película (o con novelas como Fima de Amos Oz, o Léxico Familiar de Natalia Ginzburg para conocer el fascismo italiano) que con cien sesudos estudios geopolíticos sobre este tema, porque la materia prima con la que tratan estas obras es la vida misma y no tanto reflexiones o posturas a priori aunque todas ellas estén muy bien documentadas.